Aún cursando mi carrera de informática, tuve mi primer trabajo como programador. En ese tiempo lo único que quería era probar mis habilidades y enfrentarme a la realidad. Quería programar. Con el tiempo, me fui dando cuenta, que si bien me encantaba programar, no podía ser eficiente y disfrutarlo completamente. Los clientes con los que trabajaba no sabían lo que querían, habían constantes cambios de opinión o nuestro jefe de proyecto prometía cosas ridículas que nos costaba mucho trabajo hacer a…

Antes solíamos decir que eramos malos para hacer estimaciones, debido a que era muy frecuente que las cosas tardaran más de lo que decíamos que demorarían. Siento que si bien este tema ha sido agotado en los ámbitos ágiles, muchos proyectos siguen llegando a esos momentos de “necesitamos una fecha”. Esta es una recolección de mis opiniones y conocimientos respecto del tema.